Si pensara en querer como en un juego, tus pupilas fueran las fichas de colores llamativos y tu cuerpo tenaz, firme tablero. Sería tu voz dueña de las reglas y de mi destino, engañoso camino en que me pierdo, ... Seguir leyendo →
Me arde la lengua cuando te veo. Vive en tus labios rojos La Voz, y todas sus palabras son versos, son leyendas, poemas completos. Me arde una lira oculta en la boca, mis fieros dientes tiemblan de ti y solo... Seguir leyendo →
Hoy conviene aclarar ciertas cosas: Este poema lo escribí en catalán y no quise publicarlo en su día porque la mayoría de los que me siguen no entienden mi idioma paterno. No suelo escribir en catalán, pero cuando lo hago... Seguir leyendo →
Hoy, un martes cualquiera, a la intempestiva hora en que me recojo. Escondido en un asiento de autobús oscuro como el cabello de una tormenta, arrugado mi esqueleto en acordeón siniestra, rodillas en ristre con función de mesa inmóvil contra... Seguir leyendo →
Es brutal leer a Neruda, porque sin usar palabras que rehuyan del léxico común de cualquier bar, es capaz de arrancarte el alma y mostrartela, sangrante, en sus manos desnudas. Quiero que sepas una cosa. Tú sabes cómo es esto:... Seguir leyendo →
Sólo sudo ya por los ojos. Llorar le llaman, les creo. Pero no son lágrimas porque estas escuecen indudable, rotunda, fatalmente. Me seco con las manos sucias de tanto arrastrar mi cadáver por el mundo y la sangre, el... Seguir leyendo →
Te observo mientras buscas constelaciones y eres como una de ellas, preciosa y lejana, un árbol con las últimas hojas verdes, agarrada a tu suelo como la espuma a su agua. La noche te ilumina con los faroles de... Seguir leyendo →
Para que nos entendamos: donde los demás sienten el hambre, siento yo el verso.